martes, 22 de abril de 2014

Kubuntu 14.04 Trusty Tahr: ya instalada


Llevo ya unos 4 años usando solo Linux en mi ordenador. Nada de arranque dual Windows y Linux, ni una máquina virtual con Windows, ni a la inversa: solo Linux.

Contado así podría parecer un poco apasionado, descerebrado, no meditado, un toque incluso un poco fanático,... pero de verdad que no es así.

Después de casi ya 20 años en la profesión he terminado por aceptar que los sistemas basados en Linux son, a medio/largo plazo, muy superiores a Windows en cuanto a fiabilidad, rendimiento, seguridad, tranquilidad, comodidad, esfuerzo, mantenimiento,...

Y lo de hoy no ha sido sino una muestra más. Un pequeño aviso en el panel principal de mi instalación Kubuntu me recuerda que hay una nueva versión estable, que si deseo instalarla. Adelante.

Y ahí se queda el sistema descargando paquetes, bajando actualizaciones, guardando cambios,... y haciendo otras 101 mil cosas que ni idea.

Al terminar, y casi sin hacer ruido, me pide que reinicie y ¡¡¡zas!!! Todo funcionando a la perfección, no ha borrado ninguno de mis archivos, ha respetado al 100% mis preferencias (fondos de pantalla, atajos de teclado, enlaces de acceso rápido a carpetas y archivos), no ha eliminado el software que yo tenía instalado,...

En definitiva, que paso de la versión 13.10 Saucy Salamander a la 14.04 Trusty Tahr de una forma tan exquisita, tan limpia y tan sumamente sencilla, que es que no para de sorprenderme este sistema.

Aún así, debo reconocer que sigue siendo duro pasarse del sistema de Redmond al del pingüino, pero vamos, que es cuestión de ir poco a poco, y comprobarás que le gana por goleada en muchísimos aspectos, sobre todo verás reducido considerablemente el número de dolores de muelas que te produce el propio sistema.